“Si no se toman en cuenta las partes desaparece el todo”, esto ocurre con la sociedad, la condición gregaria del ser humano lo sumerge en la necesidad de relacionarse con los otros para adaptarse a la vida, pero el individuo requiere de normas para alcanzar una armonía en dicha relación, es por este motivo que el Derecho ha estado presente en la vida del hombre desde tiempos ancestrales.
Si los deberes y derechos se ausentan, la sociedad se volvería un caos, sin importar cual fuere su organización; cada individuo es dueño de sus acciones y es evidente la necesidad de que la ley lo ampare y aplique responsabilidades sobre él.
El individuo es dinámico y se mueve por una aspiración de justicia y equidad para con su persona y con los que le rodean; esta búsqueda desembocó en la aparición del Derecho tanto informal como formalmente institucionalizado.
El Derecho nace en los clanes, las tribus y las hordas, es decir en las formas más primitivas de agrupación humana. Desde un inicio fue dándose como una derivación de los principios religiosos y morales que correspondían a cada sociedad, es decir, su estado inicial es el Derecho Natural, muchas veces quizás de orden divino, así lo sustentan algunos de los principales filósofos precristianos. A partir de esto en Roma se empieza a distinguir el Derecho Público (Estado – gobernados) del Derecho Privado (particulares relacionándose en igualdad).
La idea del Derecho Natural se prolongó hasta la Edad Media, dado que la religión Católica se convierte en la protagonista de la vida social durante siglos.
Una vez terminada esta etapa, es decir en el Renacimiento, se empieza a concebir al Derecho como una vertiente cultural desligada de lo divino, conocida como Derecho Positivo, convirtiéndose en un producto completamente humano, que emerge del gobernante y se aplica a los gobernados, pues es él quien determina todo aquello que encaja en los parámetros de lo justo y legítimo. Aquí se confronta la concepción de Derecho convirtiéndose en una realidad mucho más materialista.
Otros acontecimientos fuertes se dan en el mundo durante este periodo, como la Revolución Francesa, que marca un hito en el Derecho, transfiriéndolo al poder del pueblo, a la voz popular, es decir, “el Derecho debe ser fruto de la voluntad popular expresada a través de sus representantes que son los legisladores”.
El Derecho empieza a avistar una necesidad de ser teorizado, y es aquí donde surgen las Escuelas del Derecho, en los siglos XIX y XX, se desarrollan teorías que explican el Derecho en sus diferentes ramas y cómo este se puede entender bajo diferentes perspectivas, básicamente estas son: la Escuela Histórica del Derecho de Federico, la Escuela Analítica Inglesa, la Escuela Positivista, la Escuela Sociológica norteamericana y la Teoría marxista-leninista.
En este breve resumen sobre la evolución del Derecho a través de la Historia se comprende cuán importante ha sido su papel en el desarrollo de las sociedades, principalmente en cuanto al ejercicio de la justicia, pues sin Derecho no seriamos ni tan si quiera reconocidos como seres humanos, pues es el Derecho el que universalmente nos reconoce como entes individuales.
Fuentes:
http://www.serbi.luz.edu.ve/pdf/rluz/v01n2/art_11.pdf
http://www.neoliberalismo.com/evolucion.htm
http://www.ub-extension.cl/biblioteca/Biblioteca_de_Administracion_Publica/Bclioteca%20Santiago/INTRODUCCION%20AL%20DERECHO/EL_CONCEPTO_DE_DERECHO_Y_SU_EVOLUCION_HISTORICA.pdf
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